martes, 11 de febrero de 2014

Bismillahi Rahman irrahim
La Visita (Zyarat) a las tumbas de los Creyentes desde la óptica del Sagrado Corán y la Sunnah.
Extraido del Libro ‘Wahabismo’ de Ayatolá Ya’far Subhani
Tr. Abu Bilal

            Los eruditos del Islam, apoyados en las aleyas del Sagrado Corán y los hadices (narraciones) han permitido las visita a las tumbas, particularmente las visitas a las tumbas de los Santos Profetas y hombres piadosos, también consideraron que esta es una virtud y honor. Sin embargo, los Wahabís en lo aparente, aunque no consideran el principio de la zyarat(visita) al as tumbas como algo haram, declaran que viajar o desplazarse para realizar una zyarat (visita) a la tumba de los virtuosos de Dios es algo ilícito y haram (prohibido).  Después de culminar con el principio de la zyarat, expondremos el tema de "viajar con el objetivo de hacer una zyarat (visita) a las tumbas de los virtuosos de Dios":
            Es evidente que la visita a las tumbas tiene demasiados efectos morales y educativos, los cuales mencionaremos de una manera resumida.
            Cuando se observa este valle calmado(el cementerio), donde se apaga la luz de la vida de todos los seres humanos, sean ricos o pobres, poderosos o débiles, siendo enterrados solamente con tres pedazos de tela, ésto purifica la mente y el corazón, y también reduce la codicia y avaricia de una persona en una gran medida. Un ser humano que posea una visión que le permita aprender de las lecciones de la vida puede pensar para sí mismo lo siguiente: Una vida pasajera que puede ser de 60 a 70 años, termina ocultándose bajo el polvo de la tierra y luego descomponiéndose y destruyéndose, entonces, ésta vida no es tan valiosa como para que alguien se desgaste por conseguir y amasar solamente riquezas materiales, posiciones y cometer injusticias contra sí mismo y los demás.
            Observar este valle silencioso, el cual ablanda los corazones más duros y hace que los oídos más sordos escuchen, y le da luz a los ojos de más corta visión, hace que una persona revise su plan de vida y medite sobre las grandes responsabilidades que tiene frente a Al-lah y los demás, controlando sus pasiones mundanales.
            El Santo Profeta del Islam (P) refiriéndose a este tema dijo en una narración:
"Visiten las tumbas, puesto que ciertamente les hacen recordar la  Otra Vida"[1]
            Siendo que la validez y la solidez de la zyarat a las tumbas son tan obvias que no hace falte dar pruebas y razonamientos muy elaborados, reflexionaremos acerca de algunas de las pruebas para aquellos que dudan.
El Corán y la Zyarat a las tumbas:
            Claramente el Sagrado Corán nos enseña que el Santo Profeta (P) que de ninguna manera debe realizar la oración para los muertos de los hipócritas y no debe pararse cerca de las tumbas de estos.

"…Y nunca hagas la oración para ninguno de ellos que haya muerto y no te pares en su tumba, ciertamente ellos negaron a Al-lah y a Su Mensajero y murieron siendo corruptores". (Taubah:84)"
            En este versículo, para destruir la personalidad del hipócrita y reprender a los miembros de este grupo, Dios le ordena al Profeta:
1. No hacer la oración para ninguno de sus muertos.
2. No pararse sobre sus tumbas, y esta realidad se evidencia en esta oración:
            Cuando el Sagrado Corán ordena que se debe evitar estos dos actos con respecto a los hipócritas, significa que: para aquellos que no son hipócritas estas mismas acciones no aplican, es decir si se puede hacerles la oración y estar cerca de sus tumbas.
            Ahora veamos qué significa ¿Acaso se refiere solo a pararse en el momento del entierro, lo cual no es permitido cuando el muerto es uno de los hipócritas, y acerca del creyente es necesario y loable?, ¿O acaso el sentido general es desde el momento del entierro y otra ocasión?
            Algunos exegetas dicen que la aleya se refiere al momento del entierro, pero otro grupo como Baydawi y otros tienen un opinión más amplia e interpretan la aleya de la siguiente forma:
"…Y no se paren sobre sus tumbas para el entierro o para visitarlos en peregrinación"[2]
            Si le prestamos atención al contenido de este versículo veremos que tiene un significado más amplio, es decir, se refiere a pararse en el momento del entierro así como a detenerse después del entierro. Esto es así porque dos oraciones conforman el eje del tema en cuestión de esta aleya y estas son:
            1.  (…Y nunca recen por ninguno de ellos que ha muerto…) (Taubah: 84)
            La palabra "Ahad" colocada en el curso de la prohibición es válida para todas las personas.
            La palabra "Abadan" es válida para todos los tiempos y el significado de la oración será así:
"No realicen la oración para ningún hipócrita en ningún momento".
            Prestando atención a estas dos palabras fácilmente podemos entender que el significado de esta oración particular no se refiere a la recitación de la oración sobre el cadáver, porque recitar la oración sobre el cadáver tiene lugar únicamente una vez y es antes del entierro,  y no puede repetirse. Si específicamente se refería a la recitación de la oración sobre el cadáver, entonces no había necesidad de utilizar la palabra "Abadan". Imaginar que esta palabra sirve para expresar que abarca a todos las personas es totalmente irrelevante porque la oración "La tusal-li 'ala ahadin" es suficiente para tal inclusión y generalidad y no hay necesidad de mencionarlo de nuevo.
            Aparte de esto, la palabra "abadan" en árabe se refiere a tiempo y no a individuos como por ejemplo:
No os caséis jamás con sus esposas después de él.
(33:53)
            Por lo tanto, la esencia de la primera oración es: Nunca pidan perdón y misericordia por alguno de los hipócritas, sea en el momento de la oración u en otro momento.
2. Y ahora discutiremos la segunda oración:

El significado de esta oración en conexión con la anterior es así:
…Y jamás se paren sobre la tumba de ninguno de ellos
Porque los adverbios que están presentes en "Mat'uf 'alaih (la conjunción con “y”) también son aplicables para Ma'tuf (lo que se añade, después de “y”).
            Por lo tanto no puede decirse que qiayam (ponerse de pie) se refiere al qiyam en el momento del entierro porque se presume que el qiyam en el momento del entierro para todos no está sujeto a repetirse y la palabra "abadan" también es encomiable en esta oración la cual muestra que esta acción es digna de repetición. La respuesta a la suposición de que esta palabra se aplica a todos los individuos se dio en la oración anterior puesto que con la presencia de "ahadin" no hace falta expresarlo una vez más. Analizando estos dos puntos en las palabras "No recen...” y "No se paren...” se puede decir:
            Dios le prohibió al Santo Profeta (a.s.) pedir cualquier tipo de misericordia por los hipócritas sea rezando sobre sus cadáveres o simplemente por medio de las du’as (suplicas) y no acercarse a sus tumbas sea en el momento del entierro o después. Esto significa que estas dos acciones, "pedir perdón" y "pararse" son licitas y loables cuando se trata de la tumba de un creyente y en otras situaciones, una de esas es pararse a realizar la zyarat (visita) y recitación del Corán para un creyente que ha  muerto ya hace años.
            Ahora discutiremos el valor y la excelencia de la zyarat  a las tumbas desde la perspectiva de las narraciones.
Las Narraciones (hadices) y la Zyarat a las tumbas:
            A partir de las narraciones islámicas que narran los autores de los Sihah y Sunan, llegamos a la conclusión que el Santo Profeta (P) por una razón temporal prohibió la zyarat a las tumbas, después dio permiso que las gentes se dirigieran a realizar la zyarat.
            Tal vez la razón por la cual se hizo esta prohibición fue que los muertos de esa época eran en su mayoría politeístas y adoradores de ídolos y el Islam cortaba tajantemente su relación con el mundo de la idolatría. Es posible que la razón por la cual se prohibiera fuese otra, y pudo haber sido que los nuevos musulmanes escribían elegías blasfemas cerca de las tumbas de los muertos, leyendo también discursos ajenos a la ética islámica. Después de la propagación del Islam y después de que se afianzó la fe en los corazones de la gente, fue levantada esta prohibición y el Santo Profeta (P) permitió que la gente se desplazara con la intención de hacer las zyarats a las tumbas debido a los beneficios que tiene en la formación ética de los seres humanos, por lo tanto la gente comenzó a hacer las zyarats con anhelo.
Los escritores de los Sunan y los Sihah narran lo siguiente:


"Les había prohibido la visita a las tumbas, ahora visítenlas,  pues ciertamente el visitarlas les hará desprenderse más de este mundo y les hará recordar la otra vida":[3]
            Basado en esto es que el Santo Profeta (P) visitaba la tumba de su madre y le decía a los demás que visitaran las tumbas puesto que la zyarat es la fuente del recuerdo de la Otra Vida. Este es el texto de la narración:
            "Visitaba el Profeta la tumba de  su madre y lloraba y hacía llorar a los que le rodeaban…Le pedí permiso a mi Señor para visitar su tumba (la de su madre) y me concedió el permiso, por lo tanto visiten las tumbas, ciertamente el visitarlas les hace recordar de la muerte".[4]
4. 'Aysha dice que el Santo Profea (P) permitía libremente la visita a las tumbas:


"Ciertamente que el Profeta de Dios permitió la visita a las tumbas"[5]
5. 'Aysha (La Madre de los Creyentes) dijo: "El Santo Profeta (P) me enseñó como visitar las tumbas. Aquí está el texto de la narración:
"Mi Señor me ordenó que viniera al Baqi'(cementerio en Medina) y pidiera perdón por ellos. Yo dije (Aysha); ¿Cómo digo?, Oh Profeta de Dios, él le dijo a Aysha, Dí: La paz sea con las gentes de este lugar entre los creyentes y los musulmanes. Que Dios tenga misericordia de aquellos que se nos han adelantado y de los que  seguirán, ciertamente que Si Dios lo permite nos uniremos a ustedes".[6]
6. En otra narración existen algunas oraciones las cuales usaba el Santo Profeta cuando realizaba las zyarat (visita) a las tumbas. Decía lo siguiente:

            “La paz sea con ustedes, grupos de creyentes y ciertamente nosotros retornaremos hacia ustedes y nos apoyaremos en ustedes y ciertamente si Dios lo permite, nos uniremos a ustedes. Oh Dios, ten misericordia sobre aquellos (enterrados) en el Baq'al-Garqad”.[7]
*Garqad era un árbol que estaba en el cementerio al-Baqi' y debido a este árbol, era comúnmente llamado la tierra del Garqad.
7. En otra narración, el texto de la zyarat se menciona de una manera diferente:
“La paz sea con ustedes los grupos de creyentes y musulmanes, ciertamente nos uniremos a ustedes si Dios lo permite, ustedes nos precedieron y nosotros les seguiremos, pedimos a Dios el bienestar para  nosotros y para ustedes”.[8]
8. En la tercera narración, el texto es citado de otra forma:
“La paz sea con ustedes grupos de creyentes y ciertamente si Dios lo permite nos uniremos a ustedes”.[9]
            En otra narración de A'isha (La madre de los creyentes) nos enteramos de que cuando fuese que se acercara la última parte de la noche, el Santo Profeta (P) se dirigía hacia el Baqi' y decía:

            “La Paz sea con ustedes, grupos de creyentes les ha llegado lo que les fue prometido, mañana les alcanzará vuestro destino. Y ciertamente que seremos de aquellos que se les unan. Y si Dios lo permite, estaremos con ustedes. Oh Dios Ten misericordia de todos aquellos que están en el Baqi' al-Gardaq”.[10]
En otra narración vemos que el Santo Profeta (P) solía apresurarse junto a un grupo de personas para hacer la zyarat a las tumbas y les enseñaba la forma de realizar la zyarat
كان رسول الله يُعلمُهم إذا خرجوا إلى المقابر فكان قائلُهم يقول: السلام على أهل الديار (يا) السلام عليكم أهل الديار
من المؤمنين وإنا إن شاء الله لاحقون اسئل الله لنا ولكم العافية

“El profeta solía enseñarles que cuando fueran a las tumbas debían decir: La paz sean con los habitantes de esta morada. La paz sea con ustedes, grupo de creyentes y musulmanes. Ciertamente que Si Dios lo desea, nos uniremos a ustedes. Pedimos el resguardo para nosotros y para ustedes”.[11]

           



[1] Sunan Ibn Maya, vol. 1, pág. 113, capítulo: Acerca de la Visita a las Tumbas.
[2] Tasir al-Baydawi, vol. 3 pág. 77
[3] Sunan Ibn Maya, capitulo: Ma Ya'a fi zyaratil Qubur vol. 1 pág. 114 (Edición de la India); Sahih al-Tirmidi, cap. "Los entierros", vol. 3, pág. 274 junto a la explicación de Ibn al-'arabi Maliki (Edición del Libano)
[4] Sahih Muslim, vol. 3, pág. 65, cap. "El permiso del Profeta por parte de su Señor Exaltado Sea para visitar la tumba de su madre".
[5] Sahih Ibn Maya, vol. 1, pág. 114.
[6] Sunan Al-Nasa'i, vol. 3, pág. 76. Sahih Muslim, vol. 3, pág. 64 capitulo acerca de "Lo que se dice al entrar al cementerio".
[7] Sunan al-nasa'i, vol. 40, pág. 76-77
[8] Sunan al-Nasa'i, vol. 40 pág. 76-77
[9] Sunan Abu Dawud vol. 2, pág. 196
[10] Sahih Muslim, vol. 3, pág. 63 cáp. de: Lo que se dice al entrar al cementerio.
[11] Sahih Muslim, vol. 3, p. 110 chapter of القبر ما يقال عند دخول

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