Palestina
festeja haciendo justicia a sus lágrimas
Por Kamel Gomez
Pasaron 50 días de
resistencia. Mujeres, niños, familias enteras destrozadas, imágenes dolorosas
que quedarán gravadas en las conciencias de millones de almas, quienes seguirán
recordando y repudiando esta nueva masacre sionista.
No han dejado nada en
Gaza. Bombardearon ambulancias, escuelas, hospitales...hasta una iglesia. Sin
agua, sin medicamentos, sin alimentos, sin luz; en fin, los generales
sionistas, llenos de odio al oprimido, intentando quebrar la voluntad de los
palestinos con asesinatos indiscriminados, aun dejando a Gaza reducida a
escombros, se han quedados perplejos, sin palabras, no entienden cómo el pueblo
palestino salió a festejar.
En sus análisis, los
militares-políticos israelíes, no llegan a "comprender", pensarán: con nuestra tecnología insuperable, los hemos matado con nuestros
aviones, arruinamos su pobre infraestructura, hicimos terrorismo peor que en el
Holocausto, masacramos a su población, ahora se vienen las epidemias, pero
Palestina festeja...y nosotros, los fundamentalistas judíos (los
"elegidos" de la Biblia), lloramos con los fascistas
sionistas (los "elegidos" de las potencias occidentales),
nuestra humillante derrota.
Han perdido, otra
vez. Lo dijimos antes, y lo repetimos hasta el hartazgo: ya no pueden militarmente. Entonces, tiembla la entidad sionista
al ver como su única fortaleza es soportada por la resistencia. Tiemblan porque
se les acaba el tiempo, porque la "comunidad internacional" empieza
tibiamente a criticarlos con más dureza, porque el mundo ve sus atrocidades y
denuncia sin temor, porque los medios de comunicación "neutrales"
publican sus barbaridades, porque están cada vez más aislados, más derrotados,
más humillados.
Palestina festeja.
Primero, lo que han logrado en la mesa de
negociaciones: Israel ha levantado el bloqueo con los pasos fronterizos a
disposición; Gaza tendrá (quizás) puerto, aeropuerto y bancos; los palestinos podrán pescar en sus costas; y se realizará
un intercambio de prisioneros por cadáveres de soldados sionistas. Segundo, lo que Israel no ha logrado con su nueva masacre: El ejército
israelí, con sus tropas de élite, no ha podido con la resistencia, los
combatientes musulmanes han dado una paliza memorable en el campo de batalla;
los principales hombres de la resistencia permanecen con vida; los túneles
siguen intactos, los cohetes han atravesado la "cúpula de hierro". Y
tercero: por parte de Hamas y la Yihad Islámica, el apoyo popular palestino manifiesto, y la solidaridad internacional, que
son inversamente proporcionales al difícil momento del gobierno israelí y su
condena internacional.
Irán, Siria y
Hezbollah, copartícipes necesarios de esta victoria, miran de reojo la pobre
actuación del ejército israelí. Falta menos, “Palestina libre” empieza a
mutarse de una consigna, a una cercana realidad...
Es que ya no sirve la
pantalla del antisemitismo, no pueden usar los muertos del Holocausto para
ponerse en víctimas. Los sionistas hacen revolcarse de dolor a los muertos del
nazismo. Hoy la máscara se cae: nazis les dicen, por todos lados.
Por eso el tiempo los
corre, los corre la humanidad, la Unión Europea, Obama, hasta el Papa
Francisco... o dos estados, o más derrotas militares, hasta que se queden sin
tiros, sin armas... y el sionismo sea, entonces, una triste página de la
historia de la humanidad.